Desde que despertamos hasta que dormimos hacemos elecciones. Desde qué ponernos de prendas en la mañana hasta la hora de ducharse por la noche. Elegimos el tipo de saludo por la mañana. La postura de nuestra silla en la oficina. La hora del lonche. Incluso elegimos con que actitud nos levantaremos. En el momento de abrir nuestra conciencia o dicho de otra manera abrir los ojos por la mañana, nuestra mentalidad positiva radica en el primer pensamiento. Mucho antes de tocar el suelo, no importa si es el pie izquierdo o derecho. “Hoy será un gran día” – declaramos. Y por arte de magia llegara ese día, otros lo conocen como la ley de atracción. Deseamos y elegimos las cosas que queremos que sucedan. Incluso funciona para los supersticiosos que creen que porque es viernes 13 o pasar por debajo de una escalera incluso por aquel pobre animal, el gato negro que se cruza, lo maldecimos. Pensamos, “Esto no pinta nada bien”. Efectivamente, al transcurrir el día. Nada pintara bien. Pues lo ...
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