La labor de atender al cliente muy pocos la comprenden y la realizan con éxito. Lo vemos a
diario, en el supermercado, en el banco, en tramites de gobierno,
transporte publico, salas de cine, etc. Es algo esencial de nuestra
sociedad, el poder comunicarnos adecuadamente, pero sobre todo al
solicitar ese tipo de atención esperamos, como clientes, concluir
con la trillada frase: “encontramos lo que estábamos buscando”.
Por otra parte, ¿Cuantas veces hemos salido frustrados, molestos,
decepcionados, cuando no nos atienden como esperamos que debería
ser? Seguramente todos hemos pasado, alguna vez, algo similar. Como
dije al principio, no todos realizan con éxito esta tarea.
Lamentablemente en las escuelas no enseñan esta esencial labor y es
que la atención a clientes la encontramos en todos los niveles
sociales, no distingue sexo, raza, creencias y educación. Sin
embargo, existen varios factores que impiden tener una excelente
atención, uno de ellos podría ser, el tener un excelente
conocimiento del la empresa, producto o servicio, pero ofrecer una
pésima atención o en sentido contrario, podemos tener una buenísima
atención, pero no resolver las necesidades del cliente por el simple
hecho de desconocer al detalle las tareas que ahí se realizan, entre
otras cuestiones.
Para desarrollar
apropiadamente esta vocación de servicio, necesitamos de dos cosas:
ATENDER, poner atención al cliente, ver sus gestos, escuchar
detenidamente sus palabras para tratar de descifrar, de cierta
manera, el “modo” del cómo nosotros simpatizaremos para resolver
su problema, dudas y/o comentario. IMAGEN, verse bien y sentirse
bien. Mantener una buena actitud al recibir y durante su instancia
de las personas. Esto provocará irremediablemente una apertura a la
resolución de sus problemas y ademas atraerá buena vibra para tu
día, por el simple hecho que has ayudado a una persona. Claro, esto
representa un compromiso, pero sobre todo un arte, ya que habrá
miles de personalidades vagando por ahí, que incluso una buena
sonrisa y la mejor postura podrán a prueba nuestra actitud de
servicio ante personas problemáticas o carentes de sentido común.
Al final de todo somos humanos, pero el hecho de que estemos al
frente de alguna compañía, tenemos la responsabilidad de cuidar su
imagen, sobre todo la propia. Recuerda, la forma de cómo atendemos, es el reflejo del como vivimos.
Por ultimo, quisiera
enfatizar una ultima cosa que es importante para los clientes. En el
momento que van a solicitar atención, lo que traen en la frente es
un letrero que dice “AYUDAME”, no permitas que se marchen sin
nada. Incluso el saber decir “lo sentimos, no podemos
ayudarlo”, también es un sinónimo de atender, de resolver de
cierta manera su problema, aunque este no tenga solución. En ciertos
momentos el ayudar puede ser un acto que no sea bien comprendido,
pero ayudar a la gente es probable el trabajo más noble y digno que
puede realizar cualquier ser humano. Y cuando tu ayudas con gusto y
de manera auténtica tu trabajo cobra un valor inigualable.
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