Este mundo que tan aprisa gira. “Pareciera no tener llenadera”. Como
digiera una anciana de mi antiguo barrio. Quisiéramos abarcar muchas cosas. Al final
dejamos todo a la mitad o ni si quiera comenzamos. Conquistar al mundo decían… las cosas han cambiado. Se trata de salvarlo.
Sin mascaras seremos superhéroes. ¿Pero de donde sacar nuestros súper poderes? Una
buena pregunta. Hacen falta valores que
tan corrompidos están hoy en día. Exprimir el entusiasmo y la responsabilidad
de entender que todos somos el mundo. Cada ser viviente que habita en la
tierra, es un elemento importantísimo. Como las piezas de un reloj. Cada quien
tiene una función. Un propósito. Y sin uno del otro no avanzaría el tiempo. Las
manecillas se detendrían.
Todos hemos crecido con algún superhéroe.
En mi caso, uno de mis favoritos, superman. El sueño de poder volar y tener súper
fuerza. Era casi invencible, excepto por la criptonita, elemento
que lo debilitaba. De hecho, creo que alguna vez de niño me puse capa e intente
volar. Claro que eso nunca paso. La caída fue dura y jamás volvería a
intentarlo. Partiendo de esta anécdota. Como todos nosotros tenemos virtudes y
defectos. Identificarlos es una parte esencial para nuestro desarrollo personal.
Reconocer lo que podemos y no podemos hacer para evitar el duro golpe de la
realidad. Intensificar y compartir nuestros dones y capacidades deberían ser el
propósito de cada día.
Estamos tan inmersos en los “sonidos”
de las malas noticias. Lo vemos en las redes sociales, televisión, en la radio
y algunas veces en vivo y a todo color. Y la mayoría de nosotros esperamos que
alguna especie de superhéroe acabe con toda la maldad de la humanidad. Sin darnos
cuenta que nosotros somos los creadores de nuestra historia. Somos los protagonistas
de nuestra propia vida. Imaginamos que para ser un superhéroe tenemos que hacer
muchas cosas para que la multitud vea hacia el cielo y diga, “es un ave, no es
un avión… no es ¡superFulanitoDeTal!”. Si no estás preparado para tan grande
responsabilidad conviértete en un héroe de diario.
Al mundo le hacen falta muchas cosas.
Sin embargo, tú puedes ayudarlo siendo un buen ciudadan@, un buen padre/madre,
un excelente amig@. Un agradecido hij@. Un justo jefe. Un buen espos@ y amante.
Un emplead@ honesto. Un chofer respetuos@. Un funcionari@ responsable. En fin
en cualquiera de los roles que tengas, se un héroe!. Rescata la sonrisa del afligido.
Tiende la mano desinteresada algún hermano. Escucha al que te habla. Se ejemplo
mismo. Al final entenderás el por qué querer volar si puedes caminar. El distanciarnos o desentendernos de los
problemas que nos aquejan solo detendrá el proceso de evolución y maduración. Saber
elegir las cosas que nos hacen bien y desechar aquellas que nos hacen mal refleja
nuestro entusiasmo por vivir la vida. Tal vez mañana tú seas el héroe de algún extraño.
Quizá platicara de ti y comentara “aquel día
que l@ conocí solo le faltaba la capa”.
Buen articulo.
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