Hay ocasiones que necesitamos de dinero extra para salir adelante. Ya sea para pagar alguna deuda, aunque en realidad hacer esto es como tapar un pozo y destapar otro. Otros lo utilizan para comprar regalitos o como le dicen ahora “ir de shopping” y unos pocos lo invierten para echar a jalar algún negocio. En México, sabemos que los créditos tienen, la mayoría de ellos, las tasas de interés por las nubes, sin embargo aun así decidimos endeudarnos. Los negocios que se dedican a este tipo de servicio han encontrado más atractivo “arriesgarse” al soltar dinero de una manera mucho más rápida a como se hacía anteriormente. Sin tanto papeleo y citas. Incluso podemos encontrar créditos que se otorgan el mismo día en escasas dos horas. Sin dudas hay más oportunidades para hacerse de una lana, aunque sea prestada.
Hace poco conocí una compañía que “ayuda” a la gente otorgando creditos de forma solidaria. El funcionamiento es sencillo, un grupo de personas, en su mayoría mujeres, se reúne para solicitar un monto previamente acordado entre las partes. Este grupo, regularmente, está conformado por vecinas y amigos de confianza. La líder hace la petición a la empresa y recauda el papeleo de todas las integrantes. Una vez aprobada (que es seguro), el dinero lo reparten como fue estipulado. Fijan las fechas en que se reunirán para entregar los abonos al líder, por lo regular es por semana.
Pasan los primeros abonos y todo marcha bien. Sin contra tiempos. De pronto, resulta que alguien o algunas no pueden pagar. Recordemos que es un grupo solidario, por tal motivo los integrantes tienen que juntar el monto total del pago (el de todos) para ir a depositarlo al banco en una sola ficha bancaria. Es decir, a la empresa no le interesa si alguien no pudo pagar, lo que le interesa es el abono total del crédito. Así que el resto de las integrantes, están obligadas a responder por las desobligadas. Como en la mayoría de los contratos de préstamos, el abono debe ser entregado completo, sino habrá consecuencias, sanciones, multas, intereses y de más. Una vez resuelto el problema y completado el deposito, el siguiente paso es exigir los pagos a las morosas, que por cierto, la empresa no se encarga de cobrar sino los mismas personas del grupo. Esta tarea no es fácil y más si se trata de vecinas y amigos. Mientras la empresa, aparte de ahorrarse los gastos de cobranza, los grupos se “agarran del chongo” y lo peor, generan enemistad.
¿Pero que sucede si la líder no presenta los abonos de sus integrantes? Todas se atrasan en el pago y los intereses comienzan a correr. Si los integrantes quisieran reclamar a la empresa que efectivamente ya dieron su abono al líder, no habrá forma de comprobarlo puesto que no son pagos individuales sino de grupo. Solo la representante cuenta con los comprobantes. Pero no hay comprobantes, por la sencilla razón de que no se efectuaron los depósitos. Porque tal vez, se lo gasto, la asaltaron, se le perdió o cualquiera que sea la razón. ¿Qué se debe de hacer en estos casos? Lo mismo. ¡Hacer que pague la líder! Pero… ¿si no paga? Sencillo, todas tienen que volver a pagar. ¿Injusto? Claro que no. Firmaron un contrato y recordemos la esencia de este tipo de grupos, son ¡solidarios!
Para entender el nivel de frustración de las personas cumplidoras, imagina que ya pagaste tres abonos de $600 pesos, eso equivale a $1,800 pesos, que tendrás que pagar nuevamente por el bien de todas, para evitar que los intereses moratorios del crédito sigan en aumento. Ese dinero tendrá que ser repuesto por la líder y no solo pagara $1,800 pesos, sino debera sumar el total del cada uno de los integrantes. Si son 5 personas, debera pagar $9,000 pesos (de los pagos que no declaro) mas intereses. Esto sucede y es real. La empresa en estos casos no se hace responsable, deja que los grupos se presionen entre sí, y vuelvo a repetir, no hay garantías, ni comprobantes individuales. Y al final del contrato sino pagan, ahora si, la empresa presiona con embargos, no solo a la líder, sino también a todos los miembros del grupo logrando el mismo efecto, presionarlas para que presionen a sus compañeras, que tal vez para esas fechas, sean ya sus ex-vecinas y ex-amigas.
Ten cuidado al contratar estos tipos de servicios, si lo decides verifica y comprueba que las personas sean responsables, honestas y cuenten con un empleo fijo. En pocas palabras, no te endeudes con problemas solidarios.
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