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El paraíso del agua embotellada.

El agua es vida decían, es pura y limpia decían, solo bastaba abrir el grifo y “pegarnos” para beber hasta saciarnos. Ahora, el terror del arsénico, al envenenamiento que este puede causarnos, nos ha dado pendiente. Las autoridades nos han advertido una y otra vez que el agua no está 100% potable, algunas veces hasta viene acompañada con arena. Los comerciales de las principales embotelladoras no dejan de recordarnos que es más saludable su agua embotellada. Sin lugar a dudas ya no es lo mismo, estamos limitados, el agua se venden por litros donde el costo oscila entre $7 y $12 pesos, a la par al costo de un litro de gasolina, convirtiéndose así en el negocio más lucrativo de las bebidas hidratantes. El agua por sí sola, elemento importante para nuestra sobrevivencia, es comercializada por diferentes marcas reconocidas y otras menos conocidas. Y es que la oportunidad de negocio, aparentemente, es más factible que colocar un filtro de agua en nuestras casas. Gracias a esto, las compañías purificadoras, “casas” de agua, los expendios e incluso las plantas clandestinas están haciendo una mina oro, vendiéndonos la idea de que beberemos agua segura, incluso hasta para adelgazar y como no, si la sustituyes por los refrescos de cola tendrá un impacto favorable a tu salud, dejarías de consumir por cada 600mls, 11 cucharadas de azúcar. Esa es la magia de la mercadotecnia. Mientras que las pláticas, conferencias y foros sobre el tema no son suficientes para frenar este problema, peor aún, el panorama se agrava con el desabasto de la misma.

Precisamente, hoy fui a comprar un litro de agua para acompañar mi comida, tome una botella de un litro de una marca reconocida, al llegar con el despachador pasa en el lector de códigos el producto y en la pantalla aparece $12 pesos. Esperaba que fuera menos de $10, pensé. Pues siempre pagaba menos por un litro de agua, tal vez fue la marca. Pague la diferencia y salí del establecimiento no muy satisfecho. Haciendo cálculos, nos piden los expertos de la salud consumir 3 litros de agua al día, para los que tenemos oportunidad de comprarla, nos gastaríamos diariamente $20 pesos en este vital líquido. Al mes serian $400 pesos en 60lts y solo en México se consume, en promedio, 179 litros  per cápita según un estudio de Beverage Marketing Company. Ahora un dato más estremecedor, el costo real por litro de agua que llega a través del grifo de nuestra casa es de $0.018 centavos, quiere decir que con los $12 pesos de agua que hoy compré, hubiera alcanzado para pagar la increíble cantidad de ¡666 litros!, la cifra no tiene nada que ver con el demonio, eso espero. En otras palabras, te venden el litro 600 veces más caro independientemente de la “técnica” de purificación de agua, eso es mera mercadotecnia. Posiblemente el 90% del costo sería por el envase, que por cierto, no se compara en nada el costo que estamos pagando por el daño a nuestro ecosistema debido a las toneladas de basura generadas por plástico. Los esfuerzos por el reciclado no son suficientes, pero ese es otro tema.


En conclusión, deberíamos tener como opción la instalación de filtros de agua en nuestros hogares, sería una excelente inversión por unos $500 pesos, aproximadamente o por lo menos recargar los garrafones de 20lts en centros de distribución de agua purificada autorizados donde el precio al público es de $10 pesos, que aplicando la mismas reglas anteriores también sería un exceso, sin embargo seria menos de la mitad del costo de un garrafón de alguna embotelladora de marca. Cabe mencionar que hasta la fecha nadie ha muerto en nuestra región debido al arsénico, no quiere decir que no exista la posibilidad, ya que se han documentado casos de afectaciones a la salud por este elemento en nuestro cuerpo. Tampoco hay que dejarnos engañar por el constante bombardeo de la publicidad que produce en nosotros miedo y/o promueve la salud exagerada por el consumo de sus productos. Quiero hacer hincapié por aquellas personas que en su presupuesto diario, ni locos gastarían en agua purificada, si en lugar de ello, podrían comprar frijoles o tortillas. Es ahí donde la función pública debe de velar por los más desprotegidos como lo hizo en 2012 con la instalación de 7 filtros en algunos pozos de la región, dando como resultado, valores por debajo de la norma permitida; sin embargo, no ha sido suficiente. Sin olvidar la creación leyes que protejan al consumidor de los excesivos  precios del agua purificada regulando su venta y monitoreando sus procesos. Mientras tanto, continuemos fabricando un paraíso embotellado a las compañías refresqueras y anexas. 

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