Jess´s Party

Antes de empezar este relato, me gustaría citar una frase, “Tal vez en el dinero encuentres un poco de felicidad, en las amistades encuentres alegrías, en las medicinas la cura pare tu enfermedad, pero el amor solo lo encontraras en tu familia”,  estos mismos ingredientes estuvieron en una fiesta muy especial,  los quince años de Jessica Luna. La felicidad por cumplir años suele ser mermada por la manera de percibir nuestra vida. Nos enseñaron que hay que disfrutar la juventud, porque llegado a viejos, nos arrepentiríamos de aquellas cosas que no pudimos hacer. En lo personal creo que la edad es simbólica, al igual que los años. La diferencia radica en el “cómo” los vivimos. No importa si eres joven o viejo. 

Jesica o mejor conocida por “la Jessy”, una linda y joven señorita con carácter, madura y otras tantas berrinchuda. Ayer a pesar de unos cuantos “baches”, ella sonrió y poso para las cámaras como nunca.   Así comienzo esta historia… 

Hoy en nuestros tiempos hemos visto como el valor de la familia está desapareciendo. Nuestras acciones están difuminando cualquier vínculo afectivo que pudiera existir. Como si se tratara de una soledad colectiva. En la televisión abierta hay cada vez programas que deterioran el desarrollo humano. Y qué decir del internet.  Pero este no es el caso ni el tema de la familia Quiroz, siempre han demostrado estar unidos. Como digiera Jack Sparrow:  “aunque el mar este agitado, el barco permanece intacto junto con sus tripulantes pues es FUERTE”.  Eso es la fortaleza que esta singular familia demuestra. Cada integrante enriquece, de cierta manera, a cada miembro con diferentes maneras de ver la vida fomentando la convivencia y la aceptación. En realidad, en esta familia siempre habrá lecciones que aprender. 

Debo de confesar, que no soy muy amante de las fiestas o “party’s” sin embargo disfruto en ser cómplice de una ilusión se vuelva realidad. Las “tías” elementos incansables, generadores de energía y creatividad. Aunque entre ellas a veces haya diferencias, nunca perderán el objetivo primordial del por qué son hermanas. En este caso, la Jess’s Party. Los motores funcionan movidos por la combustión de la gasolina. En la familia Quiroz sin lugar a dudas, es la sra Rosita. Que por cierto, ¡no para de trabajar!, tal vez en este momento, en lugar de escuchar este relato estará pintando algunas macetas en el patio de su casa.

Una vez organizadas y delimitando responsabilidades llega la hora, una vez más, de demostrar de que están hechas. Como en todas las fiestas, siempre habrá detalles que dejaremos en el olvido y anécdotas que  recordaremos por siempre. Los festejados, por lo regular, no se da cuenta  de toda la magnitud y el esfuerzo de organización que hay detrás de ellos. Desde seleccionar el pastel, el tipo de música, los pasos del baile, vestido hasta el adorno a detalle del lugar donde la fantasía cobrara realidad. Aunque se escuche cursi, todos los involucrados en este evento aportaron lo que pudieron de corazón. Al principio de este relato mencione una frase que habla sobre el dinero, que todos aportaron de cierta manera. En realidad el dinero es la forma de estilizar, como diría Lety, tus sueños. Una vez aflojada la “lana” y representado en la realidad aquel sueño, lo que sigue es la convocatoria de las amistades y familiares. De hecho es como un rito. Desde elegir quienes asistirán al evento hasta llevar algunas invitaciones a última hora. Los invitados serán los “testigos” de la alegría de la festejada. 

Noches de desvelo, días de frustración y enojo.  No fueron suficientes para detener a las organizadoras. Clau, mi amor,  una de ellas que soporto la presión y cumplió con todas las demás tareas fuera de este compromiso. Hablo de ella, porque me toco ser testigo de sus frustraciones y entusiasmo por realizar lo que en su mente había percibido.  También en la frase introductoria hablo sobre las “medicinas cura para la enfermedad” que ese episodio le toco a Felipe (también tio de Jessy), gracias a Bety que lo “aliviano” inyectándolo  y “empastillándolo. Plasmo, delante de los invitados, el compromiso que tenía con su sobrina. Jessy  bailo entre adornos, recortes, colores, lienzos y demás!, que Caro y Clau habían hecho. Por cierto, los adornos soportaron el aire e incluso los estruendos neuróticos de armas de fuego. Ni la preocupación, ni el nerviosismo doblegaron el temple de esta familia ni mucho menos el maquillaje y peinados que la “magia” de Lety hizo. Todas estaban guapísimas. ¡Ni el apetito les quito!. Pues como siempre la comida deliciosa en manos de Mami Rosita. Confieso: ¡No me gusta el pollo!. Pero no sé qué hace, Rosita, que termino por comérmelo. 

Estuvieron las personas que tenían que estar. Eso no mermaría sin lugar a dudas la alegría de Jess, ni mucho menos todos sus ensayos de baile. No importaba el “cuantos” estuvieran. El si les “gustaría” el baile. Esa noche yo vi a Jess brillar. Incluso más que la LUNA. Ese es el efecto del amor de  familia, de su propia madre Jannet, son estrellas que adornan un cielo, en esta ocasión adornaron el cielo de Jessica QUIROZ. 

Siéntete digna de recibir el trabajo y amor de todos y todas que en tu sueño participaron. 

“Una vez hecho el pastel. Lo que sigue es disfrutarlo”.

Hay más anécdotas que podría contar, como el da la Caja de Cervezas, que esa la reservare  para otra ocasión.  Dedicado a todas aquellas personas que comparten sus sueños y  detrás de aquel representativo pastel, está un gran trabajo, sacrificio y amor. 

Con respeto. Sam.